Puras cosas maravillosas

Roberto Manrique recita cosas maravillosas en su primer monólogo

Redacción Cartón Piedra

Roberto Manrique regresa a Ecuador para presentar un unipersonal en el que los asistentes son invitados a actuar junto a él. Con ellos recordará las cosas maravillosas que su personaje, de niño, le describía a su madre con depresión.

Puras cosas maravillosas es una obra escrita por el dramaturgo Duncan Macmillan para un espectáculo de stand up del comediante Johnny Donahe. Pero ahora que llega a Ecuador, se presenta en formato de monólogo teatral, y es interpretada por el actor guayaquileño Roberto Manrique, conocido por sus actuaciones en televisión y su película Translúcido.

«El helado, las guerras de agua, el color amarillo, irte tarde a dormir y ver la tele”, repite Manrique en su repertorio que le da título a la obra.

Su personaje había elaborado esta lista en su infancia, cuando tenía 7 años, con la intención de recordarle a su madre todas las cosas villosas que hay en el mundo, mientras ella se encuentra en el hospital atravesando un proceso depresivo.

Ahora que ya es adulto, y luego de un par de años de la muerte de su madre, el personaje relata todo ese recuerdo, y lo hace con un recurso que necesita del público para continuar: rompiendo la cuarta pared.

Durante toda la obra, Manrique invita a distintas personas del público para que interpreten distintos papeles, como el del padre, un profesor o una psicóloga. El primero en salir es un veterinario. La idea es narrar la primera vez que el personaje tuvo una experiencia relacionada con la muerte, cuando pusieron a dormir a su perro, que ya no tenía esperanzas de sobrevivir.

En la escena, el veterinario se ríe. Entonces Manrique para la acción. «Lo primero que tienes que saber como veterinario es que no te vas a reír frente al niño” le dice. Hacer una obra en la que personas aleatorias suben al escenario a interpretar papel es asumir un riesgo permanente. Pero eso ya está visto.

«Siempre la persona que hace de veterinario se ríe. Está escrito», dice Sebastián Sánchez, el director. Sánchez lleva 3 años presentando Puras cosas man villosas en su país, Mexico.

Puras cosas maravillosas
Durante la obra, Manrique trata de ver a los ojos a todos los asistentes al menos una vez.

Han sido más de 200 pasadas que han permitido controlar el desarrollo de la obra, y ese primer personaje es crítico. Lo sabe el actor mexicano con el que ha trabajado Sánchez todos estos años, y lo sabe también Manrique, quien al dar instrucciones asume un tono distinto, como el de un profesor.

«En esta línea tan particular entre comedia y drama, si el veterinario se excede, ya los demás creen que se pueden dar demasiadas libertades”, dice Manrique.

La historia que se narra es triste, pero la perspectiva le da una distancia que deja espacio para el humor. El personaje ya es un adulto. Pero en la interpretación hay una mezcla interesante entre su yo del presente y el del pasado.

«No me convierto en el niño, pero tampoco soy solo el adulto. Es algo que trabajamos desde la corporalidad, pero no hago una vocecita», dice Manrique.

Originalmente, Manrique habla rechazado trabajar en Puras cosas maravillosas, porque «era complejo para mi manager. Antes de Sin senos sí hay paraíso (2017), telenovela de Telemundo, había tomado una pausa de tres años para hacer teatro.

Sin embargo, al leer el guion, supo que había encontrado el texto para hacer algo que quería desde hace tiempo: un monólogo.

Y ahora, luego de una temporada en Bogotá, se presenta en el Teatro Sánchez Aguilar, hasta el domingo 4 de agosto.